lunes, 28 de septiembre de 2009

No cometeré los mismo errores que tú,
No permitiré causarle tanta trsiteza a mi corazón,
No romperé de la misma forma que tú lo hiciste,
Caíste tan fuerte,
He aprendido el camino dificíl,
Para nunca dejarlo que llegue tan lejos.
Por ti, nunca me desvió lejos del camino.
Por ti, aprendí a jugar del lado seguro, para no salir herido.
Por ti, encuentro dificil confiar no solo en mí, sino en todos los que me rodean.
Por ti, tengo miedo.
Pierdo mi camino, y enseguida tú me lo señalás.
No puedo llorar, porque no conozco esa debilidad en tus ojos,
Estoy forzada a fingir, una sonrisa, una risa todos los días de mi vida.
Mi corazón posiblemente no puede hablar,
Cuando en un principio ni siquiera estaba entero.
Por ti, nunca me desvió lejos del camino.
Por ti, aprendí a jugar del lado seguro, para no salir herido.
Por ti, encuentro dificil confiar no solo en mí, sino en todos los que me rodean.
Por ti, tengo miedo.

Te vi morir,
Te escuché llorar todas las noches en tus sueños,
Yo era tan joven,
Deberías haber hecho otra cosa, que apoyarte en mí.
Nunca pensaste en otra persona, solamente viste el dolor.
Y ahora lloro en el medio de la noche, Por la misma maldita cosa.
Por ti, nunca me desvió lejos del camino.
Por ti, aprendí a jugar del lado seguro, para no salir herido.
Por ti, encuentro dificil confiar no solo en mí, sino en todos los que me rodean.
Intento lo más que puedo para olvidar todo.
Por ti, Nose como dejar que entré alguien más.
Por ti, estoy avergonzando mi vida, porque esta vacía.
Por ti, tengo miedo

1 comentario:

MALAPATA dijo...

Abandonarse al otro es un regalo que escede lo que él se merece. Abandonarse al otro es olvidarse de uno mismo y poner en peligro nuestra propia identidad pues ya no pensamos si no es por el otro, en el otro.
Abandonarse al otro es un dulce veneno que invade nuestro ser y que a la vez que nos mata nos revive, a la vez que nos hace sufrir nos da la felicidad, a la vez que nos hace reir nos incita a llorar.
Enamorarse y ser por el otro es una de las etapas de la vida más hermosa y, por desgracia, más dolorosa. Pero tras ella viene otra en la que el amor madura y es disfrutado y no penado, en la que ese rio de aguas turbulentas que nos elevaba al cielo y nos hundía en los infiernos en cuestión de segundos por algo que se había dicho o hecho, ahora discurre por un valle en el que se entretiene y se contempla, y se abraza y se ama. Se abrazan y se aman por igual. Sin poner más ni menos el uno en el otro. Y si es así, si se miran el uno al otro y se ven como iguales, queriendonse tal como son y sin condiciones, aceptando lo bueno y lo malo del otro, quizá lleguen nuevas etapas en la aventura iniciada por esos enamorados. Quizá.
Sigue, continúa escribiendo. Tienes mucho potencial.
Un saludo.
Angel